martes, 19 de abril de 2011

Sanwa, el Micronauta


Plaquetas electrónicas, tinta china, lata, lápiz y collage sobre cartón / 18,5 x 13,3 cm.


Sanwa, el Micronauta

El filósofo Georges Berkeley incitó esta historia. Inmediatamente después la controversia dio lugar a más cavilaciones. Mientras tanto ya surcaban el cielo esos gigantes aparatos voladores que se resignan el nombre de aviones. En la tierra, más a la mano, los trenes pasan a gran velocidad y los edificios rascan el cielo. Al contrario, desde el cielo, se percibe la galleta arada, el relieve sábanas que acaba hundiéndose en el charco, los poliedros organizados en cuadrículas atravesadas por asfalto, el tapete verde de bienvenida después del charco; desde más lejos la bola zoológico da una vuelta y otra sin parar…definitivamente la cuestión es de dimensiones. El universo en un microchip, un microchip que es succionado accidentalmente por la boca del succionador aspiradora que lo deposita en la bolsa infesta de alguna especie de ácaro, que luego se pierde para siempre -se perdió el universo-. Otro microchip, miles de microchips; infinitos microchips conteniendo el universo microchip, papás chips, galletas con chips de chocolate, macrochips de chocolate.  Definitivamente la cuestión es la percepción de dimensiones.    
Así fue como un día de mil novecientos y tantos, Sanwa, decidió explorar el micromundo.


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